Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/85

Esta página no ha sido corregida
27
M. AURELIO.—SOLILOQUIOS.

cierta pena interior y angustia de corazón; pero el que por satisfacer su gusto peca, vencido del deleite, muestras da de ser un hombre más destemplado y en cierto modo mole y afeminado en sus pasiones.

· Dijo, pues, bien y conforme á las máximas de la Filosofía[1], que un desorden cometido por gusto era mayor delito que otro hecho con dolor. Lo que no se puede dudar es que el uno se parece más á un hombre que provocado con la injuria recibida se ve forzado[2] á irritarse por la pena que en si siente; pero que el otro de suyo embiste, siendo el primero en hacer una sinrazón, movido á obrar por capricho y antojo.

Es necesario que en todas tus acciones y pensamientos te portes como quien puede en el mismo punto salir de esta vida[3], si bien esto de salir de entre los hombres, si hay dioses, nada quiere decir, puesto que ellos ningún mal[4] podrán hacerte; pero si no los hay, ó si por más que los haya no cuidan ellos de las cosas humanas, ¿para qué quiero yo vivir en un mundo falto de dioses y sin providen- [1] De la Filosofia, que de Aristóteles habia aprendido, cuya es esta doctrina, lib. VII1, cap. VI. Ethic. Nicom. Rhetor., lib. 11, cap. II.

[2]De aqui tuvo el origen aquella fórmula, ó sea disculpa tan usada, en los que provocados hacen su defensa: ủx, wç únápywv, áldá tuupoúuevoç.

[3] El estilo de hablar filosóficamente debe mirarse como un argumento con que la razón confirma tácitamente el que nuestra alma es inmortal, y que en la muerte, que es non finis, sed transitus, no parece sino que migrat potius quam emoritur : abit, non obit. Gatak.

[4] Es peligrosa la equivocación en las palabras Kaxo yip oe wx äv nepißidoev; porque si el mul se toma por la culpa


  1. 1,0 1,1
  2. 2,0 2,1
  3. 3,0 3,1
  4. 4,0 4,1