Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/460

Esta página no ha sido corregida
402
MORALISTAS GRIEGOS.

tuna, queda forzado á servir á mujeres semejantes, y sufrir cosas fuertes é infames, y hacer por amor de ellas cosas muy perjudiciales, como son: robar, hacer sacrilegios, perjurarse, hacer traiciones, saltear, con las demás cosas de este jaez. Cuando ya, pues, les viene á faltar todo, entréganlos entonces al Castigo.

—i Qué castigo es ese?

—¿No ves, dice, un poco detrás de ellas una como puerta pequeña y un lugar estrecho y obscuro?

—Si; y aun parece haber allí unas mujeres feas y sucias, cubiertas de remiendos.

—Es verdad. Estas, pues, dice, son: la que tiene el azote en la mano se llama la Pena; la que tiene la cabeza entre las rodillas, la Tristeza, y la que se mesa sus propios cabellos, la Rabia.

—Y aquel otro, que está junto á ellas tan feo y tan flaco y desnudo, y tras de él[1] otra mujer, que le parece mucho, fea también y flaca, quién es?

—-El, dice, se llama el Duelo, y su hermana se dice la Aflicción. En manos, pues, de todos éstos lo entregan, y en compañía de éstos vive atormentado.

Después lo echan otra vez á otra casa, que es la de la Malaventura, donde acaba su miserable vida en toda miseria, si ya la Penitencia acaso no se topa con él:[1] Kal xará raūta tis ouola. Abril leyó con Plantino perd taora, que traduce: y tras él. La traducción ajustada á la lección que adoptamos es : y una mujer, que le es muy parecida en estas mismas cosas (xatá taota, esto es, en lo sucio, remendado, etc.), fea también y flaca, iquién es? La expresión petd taota jamás puede significar tras él, como quiere Abril.


  1. 1,0 1,1