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MORALISTAS GRIEGOS.

animales el huir de lo que les puede dañar, y tener aversión á todos los que pueden hacerles mal, también tienen la misma inclinación á abrazar lo que les es útil y acariciar á todos los que les pueden hacer bien. De suerte, que es imposible que una persona que cree haber recibido daño se alegre con el que se le ha hecho, ni que el desagrado que ha recibido le dé gusto. Por esto algunas veces injuria el hijo al padre, porque no le da lo que se tiene por bien entre los hombres. Esto mismo causó la guerra entre Eteocles y Polinice, porque se habían imaginado que el imperio era un bien. De aquí procede también que el labrador, el piloto, el mercader y los que pierden sus mujeres y sus hijos blasfeman contra los dioses. Ordinariamente se encuentra la piedad donde se halla la utilidad, y por esta razón el que cuida de no desear ni huir cosa que no sea digna de huirse ni de desearse, estudia al mismo tiempo en ser hombre de bien y pío. Finalmente, es menester que cada uno haga sus ofrendas y sacrificios según la costumbre del país donde mora, con mucha modestia, sin ser avaro ni pródigo, poniendo en esto toda la pureza y toda la diligencia que se requiere.

XL.

Cuando vas á consultar al adivino, sin duda ignoras lo que ha de suceder, porque para eso le consultas; pero para saber si lo que ha de suceder será bueno ó malo no necesitas de adivino; que ya lo sabes, si eres filósofo. Porque si es alguna cosa que