Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/424

Esta página no ha sido corregida
366
MORALISTAS GRIEGOS.

M. RALISTAS GRIEGOS.

XXXV.

Si alguno entregase su cuerpo al primero que encontrase para hacer de él lo que quisiese, seguro estoy de que no lo tendrías por bueno y que te enojarías; y, no obstante, no tienes vergüenza de exponer tu alma al capricho de todo el mundo; porque luego que te dicen alguna injuria te turbas y dejas llevar del sentimiento y de la cólera. No emprendas, pues, nada sin considerar antes lo que ha de seguirse á tu empresa, y si obras de otra manera podrá ser que tu designio te salga bien al principio y tengas placer; pero ten por seguro que después te avergonzarás y que te arrepentirás pronto ó tarde.

XXXVI.

Sin duda. te holgarías de ganar la victoria en los juegos olímpicos. Asegúrote que yo tendría tanta gana como tú, porque no te puedo negar que es bella cosa. Mas si tienes este designio has de considerar lo que precede y lo que se sigue á tal empresa.

Hecha esta reflexión observarás lo siguiente. Acostúmbrate á guardar buen orden; á no comer sino por necesidad, á abstenerte de toda suerte de viandas apetitosas; á no beber jamás frío y asimismo á no beber vino si no te le ordenan; á hacer ejercicio á las horas señaladas, así en tiempo de calor como de frio, sin que nada sea capaz de estorbártelo; finalmente, te has de sujetar al Maestro de armas como