Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/420

Esta página no ha sido corregida
362
MORALISTAS GRIEGOS.

que nada sea bastante á moverte, y queda en esto tan fir.ne como si Dios te lo hubiese ordenado. Si persistes en la misma resolución y quedas constante en el mismo estado, serás objeto de admiración á los que antes se burlaban de ti. Si, al contrario, decaes y mudas una vez de resolución, todo lo que has hecho servirá solamente para dar causa á que se redoblen las burlas y los escarnios contra ti.

XXXI.

No te embaraces el entendimiento con pensar que no se hará caso de ti, que no recibirás honra alguna, porque si el no recibir honra fuese un mal, seguiríase que estaría en poder ajeno el hacernos desdichados, lo cual no puede ser, porque como no podemos caer en el vicio por acción ajena, así no podemos caer en el mal por ajena acción. Depende de ti el tener la soberana autoridad, el ser convidado á los festines, y finalmente, poseer todos los demás bienes extraños? No depende de ninguna manera. Cómo puedes decir que vivirás en ignominia si no gozas de tales cosas? ¿Cómo puedes quejarte que no serás estimado? Pues que debes encerrar todos tus deseos y todas tus pretensiones en ti mismo y en lo que depende de ti donde te es permitido el estimarte cuanto quisieres. Puede ser, me dirás, si vivo así que no llegaré nunca á estado de servir á mis amigos. ¡Oh! cuán engañado estás. Cómo piensas que se ha de entender esta proposición? ¿Conviene asistir á los amigos? No quiere decir que se les haya de dar dinero ni hacerlos ciudadanos de Roma, puesto que