Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/400

Esta página no ha sido corregida
342
MORALISTAS GRIEGOS.

meros errores (fundados en principios mal entendidos y bien rememorados) retardaron el progreso.

No obstante, en dos años que estuve allí, no dejé de mejorar en la Fisica y Metafísica, y aprendí de más á más algunos principios de Geometría, Geografia y otras partes de la Matemática. Valiame para esto la continua entrada que tenía á todas horas en la insigne y celebrada librería de aquel Real convento; y aunque estudiaba de buena gana y mucho, por andar siempre variando de materias, no aprendía nada con fundamento. Quería hablar de todo, y al paso que las letras, crecía en mí la vana presunción, y desdeñaba ya el conversar con hombres sin estudio. Fuera de este vicio escolar, era hasta entonces mi vida harto inocente.

Volví á mi casa é hice algunos viajes con mi dre por diferentes reinos de España; y á principios de 1625 y vigésimosegundo de mi edad, fuí enviado á Salamanca á estudiar cánones y leyes. Mi ayo no quiso ir conmigo, y así me dieron un criado de más edad que yo y de muy buenas costumbres; pero la ocasión, el tiempo y las malas compañias lo corrompen todo. El primer curso (que fué de Instituta) se lució muy bien, y los maestros se prometieron de mí grandes esperanzas, porque los memoriosos son harto propios para este estudio.

Considerando mis padres el largo viaje de ida y vuelta cada verano, dieron orden de que quedase allá á divertirme. Esto fué mi ruina, porque en la primera vacancia me comencé á ejercitar en el manejo de todas armas, y aprendi juntamente algunos principios de Astronomía y Medicina. Pero ( como suelen hacer los inconstantes) me aplicaba de bucpa-