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I.

DE LA FALSEDAD Ó SIMULACIÓN.


Definiendo, pues, por mayor la falsedad, parece ser: simulación de acciones y palabras con mal designio. El falso, pues, ó simulado, procede de este modo: va á buscar sus enemigos, queriendo hablarles como si no les aborreciera. Alaba en su presencia los mismos que persigue ocultamente, y se compadece con ellos cuando han salido mal en cualquier negocio. Aparenta conformidad y condescendencia con los mismos que hablan mal de él. Responde con mansedumbre á los que le han injuriado de palabra, así como á los que ha injuriado él mismo y están indignados y quejosos. Ordena á los que desean ansiosamente hablarle que vuelvan en otra ocasión. No confesará nada de lo que hace, sino dice que deliberará. Finge que acaba de llegar, ó que llegó muy tarde, ó que está cansado ó indispuesto del camino. A los que piden prestado á premio, ó para socorrer voluntariamente á alguno que ha quebrado, responde que nada vende, y cuando no vende, ase-