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MORALISTAS GRIEGOS.

sus astucias y artificios, para precaverse de ellos. Será también provechoso que entiendan los impostores de todas clases que necesitan nuevos recursos, porque habiendo los demás adelgazado su malignidad tanto como ellos, ó tengan el trabajo de inventar otra máscara con que ocultarse, ó no esperen engañarlos con la que tan diestramente han manejado hasta ahora.

Mucho menos esperen los viciosos que se califiquen de acciones heroicas sus desórdenes y solapada conducta.

Pausanias, flojo y desidioso, tan hambriento de honores y rentas, como amigo de guardarlas y omiso en desempeñar su obligación; Pausanias, tan descuidado del bien público como amante de si mismo, de su interés y adelantamientos; Pausanias, de corazón tan corrompido que inficiona todos sus juicios, informes y palabras; Pausanias, que pretende pasar por rico-home, siendo tan obscuros sus principios que nadie los conoce, es un insensato, un loco que atribuye á todos la ceguedad que padece. La malicia es general, y viven muy engañados los que se persuaden que la suya es tan refinada que pueden practicarla sin que se la descubran. Los hombres, por lo general, son inclinados á juzgar mal aun de las acciones buenas; ¿y esperará Democles que le aprueben y alaben su conducta? Debiera contentarse con que lo calificaran sólo de tan malo como es. Ya no es fácil deslumbrar los hombres; sólo sirven virtudes efectivas, y sin éstas no salvará á ninguno su graduación, su estado, dignidad ni empleos del desprecio interior del público. El medio único y seguro de pasar por grande, es serlo.