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M. AURELIO.—SOLILOQUIOS.

leza es la más perfecta, y que abrazando en si todo lo demás, no la cederá en habilidad y destreza á otro algún artifice. Siendo, pues, cierto que todas las artes hacen lo menos perfecto con relación á lo más sobresaliente, es consiguiente que también lo hace asi la Naturaleza común. Y en realidad de aquí mismo se colige el origen de la justicia, de la cual proceden las demás virtudes. Porque no se podrá observar lo justo y equitativo, si anduviésemos afanados y perdidos en busca de las cosas medias é indiferentes, no contando con las honestas, ó si temerarios é inconstantes en nuestros juicios, fuéremos fáciles en dejarnos engañar, no dando á cada cosa su justo valor.

Si las cosas cuyo deseo ó aversión te causa inquietud ó te turba la paz no te vienen á buscar á tí, sino que tú en cierto modo las vas á buscar, manteniéndose ellas inmobles; por lo mismo debe dejar de hacerlas la guerra, y con eso no las apetecerás más, ni las huirás en adelante.

La esfera es una viva imagen del alma, cuando ésta no se extiende á lo que está fuera de sí, ni consiente interiormente, ni se hace una con la idea que se la presenta, sino que se deja iluminar con aquella[1] luzcon la cual ve la verdad de todas las cosas y la de lo que encierra dentro de si mismajuicio[1] Este paso, bien entendido, contendrá una sentencia teológica;y como otros querrán una verdad canónica, porque puede reducirse á lo que nos consta del cap. I, v.

Juan, v td pac td áánôvdv, 8 qotllu návta dv Opwrov, y á lo que enseñan los teólogos, que Dios ilustra á todo hombre adulto con su gracia, para que cooperando con ella llegue al conocimiento eterna, M. Aurelio es de parecer que el alma, particula dide San la verdad revelada, necesario para la salud 16


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