Esta página no ha sido corregida
VENUS Y ADONIS.1
1.
Apenas el sol de faz purpurina[1] habia recibido el
ultimo adios de la llorosa aurora, cuando Adonis,
el mancebo de sonrosadas mejillas, que idolatraba
la caza y se reia sin piedad del amor, se dirigió
apresuradamente a los zarzales. La descontentadi- 5
za Vénus corre a su encuentro y como pretendien-
te audaz se pone á cortejarlo.
2.
«Tú, le dice la diosa, tú, tres veces más bello que
yo misma, soberana flor[2] de la pradera, perfume
incomparable, tú, que eclipsas a todas las ninfas, 10
tú, más adorable que un hombre, más blanco que
las palomas, con más carmin que las rosas, la na-
turaleza que te ha creado, en lucha con ella misma,
revela que el mundo acabará contigo.