sito para el teatro. Hasta en esto quiso imitar á Lope de Rueda; que los descuidos de un hombre célebre producen por lo comun resultados muy infelices.
Alonso de la Vega[1], representante y autor de compañía, escribió algunas comedias en prosa, que en su tiempo tuvieron mucha aceptacion; pero la buena crítica halla tantos defectos en las tres que han llegado á nosotros, ya por la composicion de la fábula, ya por los caracteres y el estilo, que no justifican el aplauso que sus contemporáneos le dieron.
A competencia de estos componian otros muchos, de los cuales se conservan algunas obras, ó la noticia de ellas. Las compañías cómicas[2] vagaban por todas las provincias entreteniendo al pueblo con sus comedias, tragedias, tragicomedias, églogas, coloquies, diálogos, pasos, representaciones, autos, farsas y entremeses; que todas estas denominaciones tenian las piezas dramáticas que se escribieron entonces.
La propiedad[3] y decencia de los trages, la decoracion y aparato escénico se hallaban to-