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Discurso

estimar el mérito de una pieza teatral bien escrita. Asi fue que apenas se empezó á cultivar la poesía escénica, los mismos que la adelantaron contribuyeron á corromperla, mezclando en sus composiciones personages é incidentes exagerados, fantásticos, imposibles; y este error propagado de unos en otros, y alentado por el aplauso que recibia, inutilizó en adelante las prendas del ingenio y atropelló los buenos principios de la ficcion dramatica, cuyo objeto es la imitacion de lo que existe, de lo que ha existido, de lo que puede existir entre los hombres.

A las maravillas del género romancesco se añadieron las que son inherentes á la Religion; y como sus misterios iban desterrándose de los espectáculos que el pueblo acostumbraba á ver en las iglesias, facilmente pasaron á los tablados públicos, y abrieron nueva senda á los poetas para excitar la admiracion con dramas sagrados, en que la creencia comun hacia verosímiles los prodigios, y el total abandono del arte aseguraba los aplausos. De aqui resultó la multitud de comedias de santos y de autos sacramentales ó