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histórico.

pio á una época mas feliz para la monarquía. La autoridad real, única, vigilante y justa aseguró la paz interior del Estado, ya reprimiendo las violencias de tantos ilustres tiranos que le tenian sacrificado á su ambicion y á sus venganzas, ya reduciendo á moderados límites la libertad del pueblo, que solo es feliz en la obediencia de las leyes. En vano el rey de Portugal quiso apoyar con las armas los dudosos derechos de la infanta Doña Juana su sobrina: la suerte de la guerra, que da y quita los imperios, aseguró el cetro á Isabel y Fernando.

El zelo de la Religion hizo á estos príncipes emprender la conquista del reino de Granada: dificil empeño, que necesitó diez años de fatigas y de combates, hasta que vencida la obstinada resistencia de sus enemigos, acabaron dichosamente en las torres del Alhambra la recuperacion que Pelayo empezó en Cobadonga. Grande y poderosa la nacion bajo su gobierno, dilatados sus dominios, y abierto el paso por el mar á las desconocidas regiones de Occidente, empezó á disfrutar los beneficios que traen consigo el estudio de