Página:Obras de Leandro Fernández de Moratín - RAH (Tomo I - Parte I).djvu/76

Esta página ha sido corregida
22
Discurso

cidad de gobernarle. Entendia muy bien el latin, gustaba mucho de leer, de tocar el laud y cantar; tenia á su servicio excelentes músicos de instrumento y de voz que asistian á su capilla privada, en donde pasaba mucho tiempo oyendo las horas canónicas. Lo restante de su vida se entretenia en el monte: fue gran cazador, y mientras perseguia las fieras en los bosques del Pardo y de Balsain, los grandes se apoderaban de su autoridad y de sus tesoros, allanaban sus alcázares, se le alzaban con las fortalezas, alborotaban las ciudades y mantenian en todo el reino la anarquía mas espantosa. Si algunas fiestas permitió á la corte el genio melancólico del rey en los primeros años de su administracion, fueron solo algunas danzas en palacio, y algunas justas y ejercicios de caballería, como los que dió en el camino del Pardo D. Beltran de la Cueva. Las habilidades mímicas, que en tiempo de D. Juan el II habian sido estimadas, en el de su hijo decayeron considerablemente, y hasta el nombre de juglar se fue olvidando en el lenguaje comun.

La conducta libre de la reina, los escánda-