se con palabras, frases y modismos arábigos. Las conquistas fueron dilatándole por los paises que los cristianos iban ocupando, y la prosa castellana fue adquiriendo sucesivamente correccion, propiedad y copia de palabras hasta que se halló capaz de vulgarizar en ella las leyes y la historia.
La poesía[1], siguiendo los progresos de la lengua, imitó por aproximacion la medida de los versos latinos, suplió la falta de cantidad con el uso de los consonantes, y acompañada algunas veces de la música y otras sin ella, sirvió para celebrar las alegrías privadas y públicas, ó para recomendar á la posteridad las virtudes cristianas de los Santos, ó las acciones heroicas de los príncipes y capitanes.
Ademas de estas composiciones sagradas y profanas habia otras mas cortas, cantadas al son de instrumentos por los yoglares y yoglaresas[2], gentes que hacian profesion de la musica, del baile y la pantomima graciosa ó ridícula, con lo cual ganaban la vida entreteniendo al pueblo.
Tambien acudian á las casas particulares y á los palacios, donde ejercian sus habilidades á pre-