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Notas.


    (3) La poesia siguiendo los progresos, &c. El primer poema castellano de los que hoy se conservan es el del Cid, escrito por desconocido autor á mitad del siglo XII, como lo manifiesta su misma rusticidad. En él todo es deforme: el Jeuguaje, el estilo, la versificacion y la consonancia. La única regularidad que se advierte (y no es plausible en un poeina) es la de haber seguido en su narracion el orden de los sucesos segun los refiere la historia. El clérigo Joan Lorenzo, natural de Astorga, escribió por los años de 1250 un poema de la vida de Alejandro siguiendo en general la narracion de Quinto Curcio, añadiendo á veces circunstancias y hechos fabulosos que halló en otros autores. El lenguaje de Joan Lorenzo es ya mucho mas culto que el del poema del Cid, la versificacion mas sonora, la consonancia mas exacta. Por el mismo tiempo floreció el presbítero Gonzalo de Berceo, que compuso entre otras obras poéticas la vida de santo Domingo de Silos, la de san Millan, la de santa Oria y el martirio de san Lorenzo. En ellas, ciñéndose con poca invencion al asunto histórico que se habia propuesto desempeñar, manifestó ilustrado talento, sencillez, facil abundancia, y tan puro y religioso candor (no desnudo de gracia en el estilo ni de harmonía en los versos), que puede contarse entre los que ilustraron el primitivo parnaso castellano como el mas digno cantor de la devocion y la virtud: sus versos anuncian la inocencia de sus costumbres. ¿Quién hay que los lea sin prendarse del poeta que los compuso? Alfonso X, llamado con sobrada razon el Sabio, entre varios monumentos que nos dejó de su literatura escribió algunas composiciones poéticas en castellano y en gallego, y las que dedicó á celebrar los milagros de la Virgen se conservan con la música que les puso él mismo. Asi se