Página:Obras de Leandro Fernández de Moratín - RAH (Tomo III).djvu/193

Esta página ha sido corregida
185
EL MÉDICO Á PALOS.
P. GERÓNIMO.

¡Qué es lo que me pasa! (Moviéndose de un lado á otro, agitado y colérico. Doña Paula se retira hacia el foro, y habla con Leandro y Andrea.) Señor doctor, hágame usted el gusto de volvérmela á poner muda.

BARTOLO.

Eso no puede ser. Lo que yo haré solamente por servirle á usted, será ponerle sordo para que no la oiga.

D. GERÓNIMO.

Lo estimo infinito..... ¿Pero piensas tú, hija inobediente, que.....

(Encaminándose hacia Doña Paula. Bartolo le contiene.)

BARTOLO.

No hay que irritarse, que todo se echará á perder. Lo que importa es distraerla y divertirla. Déjela usted que vaya á coger un rato el aire por el jardín, y verá usted como poco á poco se la olvida ese demonio de Leandro..... Vaya usted á acompañarla, Don Casimiro, y cuide usted no pise alguna mala yerba.

LEANDRO.

Como usted mande, señor doctor. Vamos, señorita.