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VIII
ADVERTENCIA.

en que las puso el autor, y substituir en su lugar otro diferente? Esto no se llama traducir, exclamarán llenos de zelo y de erudita indignación.”

Creía Moratin que siempre se habían traducido mal en español las comedias de Moliere, por haber llegado á persuadirse que lo que es gracioso y expresivo en francés, conservará su gracia y su energía traduciéndolo literalmente; por haberse impuesto la ley de no añadir ni alterar nada de lo que dijo el autor, quedando por consiguiente sin compensación las muchas bellezas que se pierden en el paso de una lengua á otra; por no haberse atrevido á modificar ó suprimir del todo lo que el buen gusto y la decencia repugnan ya, lo que exigen otros tiempos y otras costumbres, tan diferentes de las que el autor conoció. Traducciones desempeñadas con tan escrupulosa fidelidad, en vez de recomendar la obra que copian, la deterioran y la desacreditan.

Suprimió pues el traductor de esta comedia las digresiones que halló en el original, relativas á los trages que se usaban en Francia en el año de 1661, entonces y ahora impertinentes á la fábula. Motivó las salidas y entradas de los interlocutores donde vió que Moliere habia descuidado este requisito. Añadió á las ficciones de la astuta Isabel (llamada en la traducción doña Rosa) todo el cúmulo de circunstancias indispensables para hacer el engaño verisímil, y de consiguiente disminuyó por este medio la estúpida credulidad de Sganarelle (don Gregorio) que en la pieza francesa es notoriamente excesiva. Omitió en el diálogo muchas expresiones, que si fueron aplaudidas cuando se escribieron, ya no