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Rimas
Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo inútil!
Me rodean, me acosan,
Y unos tras otros á clavarme vienen
El agudo aguijón que el alma encona.
LXIV.
Como guarda el avaro su tesoro,
Guardaba mi dolor;
Yo quería probar que hay algo eterno
A la que eterno me juró su amor.
Mas hoy le llamo en vano, y oigo al tiemp
Que le agotó, decir:
¡Ah, barro miserable, eternamente
No podrás ni aun sufrir!
LXV.
Llegó la noche y no encontré un asilo;
¡Y tuve sed!... Mis lágrimas bebí;
¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
Cerré para morir!