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Gustavo A. Becquer.

primitiva forma y que comencemos á ayudarte á fraguar las galas para las fiestas y á amasar los panes que te ha encargado tu tío, haz tres veces la señal de la cruz con la mano izquierda invocando á la trinidad de los infiernos, Belcebú, Astarot y Belial.

Dorotea, aunque temblando, hizo punto por punto lo que se le decía, y los gatos se convirtieron en otras tantas mujeres, de las cuales, unas comenzaron á cortar y otras á coser telas de mil colores, á cual más vistosos y llamativos, hilvanando y concluyendo sayas y jubones á toda prisa, en tanto que los sapillos, diseminados por aquí y por allá, con unas herramientas diminutas y brillantes, fabricaban pendientes de filigrana de oro para las orejas, anillos con piedras preciosas para los dedos, ó armados de su tirapié y su lezna en miniatura, cosían unas zapatillas de tafilete, tan monas y tan bien acabadas, que merecían calzar el pie de una hada. Todo era animación y movimiento en derredor de Dorotea; hasta la llama del candil que alumbraba aquella escena extravagante, parecía danzar alegre en su piquera de hierro, chisporroteando, y plegando y volviendo á desplegar su abanico de luz, que se proyectaba en los muros en círculos movibles, ora oscuros, ora brillantes. Esto se prolongó hasta rayar el día: en que el bullicioso repique de las campanas de la parroquia echadas á