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La arquitectura árabe en Toledo.

metanos, en la lucha empeñada entre su inspiración y la influencia de otros estilos, llevan una considerable ventaja.

Las al-haracas ó adornos de follajes con que cubren los capiteles de sus columnas, la archivolta de sus arcos ó los entrepaños de sus muros, las adarajas ó lacerías de sus orlas, y el menudo almocárabe que sirve de fondo á su ornamentación, comienza ya á determinarse y á tomar un carácter propio. Nótase este adelanto muy particularmente en los edificios árabes de este tiempo que aún existen en varios puntos de España. En Toledo, como ya dejamos dicho, son pocos los ejemplares que de estos dos períodos y especialmente del último, se conservan.

La segunda época, la época de virilidad y esplendor de este género maravilloso y delicado, comenzó á florecer en la ciudad imperial después que Don Alfonso la reconquistó del poder de los musulmanes. Los alarifes andaluces que habían estudiado en la Alhambra y en el alcázar de Sevilla, magníficos edificios en que el genio oriental desplegó todo el lujo de su imaginación inagotable, se desparramaron en este tiempo por la Península, y llevaron las nuevas ideas al seno de las ciudades reconquistadas, en las que, así los árabes que aún permanecían en ellas, como los cristianos y los judíos que en gran número se encontraban en las grandes