y de este modo lo santo y lo impío son directamente opuestos; no es así?
Sin contradiccion.
¿Te parece estar esto bien definido?
Lo creo.
¿Pero no estamos tambien acordes en que los dioses tienen entre sí enemistades y odios, y que muchas veces están discordes y divididos?
Sí; sin duda.
Examinemos, pues, aquí en qué puede consistir esta diferencia de pareceres que produce entre ellos estas enemistades, estos odios. Si tú y yo disputáramos sobre dos números para saber cuál es el mayor, ¿esta diferencia nos haria enemigos y nos arrastraria á ejercer violencias? O mas bien, poniéndonos á contar, nos pondriamos en el momento de acuerdo?
Es claro.
Y si disputáramos sobre la diferente magnitud de los cuerpos, ¿no nos pondriamos á medir, y no se daria en el acto por terminada nuestra disputa?
En el acto.
Y si disputáramos sobre la pesantez, ¿no se terminaria bien pronto nuestra disputa por medio de una balanza?
Sin dificultad.