¿Cómo haremos, pues, si queremos examinar cuál de nosotros cuatro es el más hábil en esta clase de ejercicios? ¿No acudiremos desde luego á aquel que los haya aprendido mejor, que más se haya ejercitado y que haya tenido los mejores maestros?
Así me lo parece.
Y ántes de esto, ¿no trataremos de conocer la cosa misma que estos maestros le hayan enseñado?
¿Qué es lo que dices?
Me explicaré mejor. Me parece que al principio no nos pusimos de acuerdo sobre la cosa que habia de ser materia de deliberacion, á fin de saber quién de nosotros es el más hábil y ha sido formado por los mejores maestros.
¡Qué! Sócrates; ¿no deliberamos sobre la esgrima para saber si es preciso ó no es preciso hacerla aprender å nuestros hijos?
No digo que no, Nicias, pero cuando un hombre se pregunta si es preciso aplicar ó no aplicar un remedio á los ojos, ¿crees tú que su deliberacion debe de recaer más sobre el remedio que sobre los ojos?
Sobre los ojos.
Y cuando un hombre delibera si pondrá ó no un bocado á su caballo, ¿no se fijará más bien en el caballo que en el bocado?
Sin duda.