celente Melito, ¿quién es el que puede hacer mejores á los jóvenes?
Las leyes.
Melito, no es eso lo que pregunto. Yo te pregunto quién es el hombre; porque es claro que la primer cosa que este hombre debe saber son las leyes.
Son, Sócrates, los jueces aquí reunidos.
¡Cómo, Melito! ¿Estos jueces son capaces de instruir á los jóvenes y hacerlos mejores?
Sí, ciertamente.
¿Pero son todos estos jueces, ó hay entre ellos unos que pueden y otros que no pueden?
Todos pueden.
Perfectamente, ¡por Juno! nos has dado un buen número de buenos preceptores. Pero pasemos adelante. Estos oyentes que nos escuchan, ¿pueden tambien hacer los jóvenes mejores, ó no pueden?
Pueden.
¿Y los senadores?
Los senadores lo mismo.
Pero, ni querido Melito, todos los que vienen á las asambleas del pueblo ¿corrompen igualmente á los jóvenes ó son capaces de hacerlos mejores?