Esta página ha sido validada
II.
La locura gobernaba como reina absoluta de la tierra: era Carnaval. Los hombres habían arrojado sus caretas.
De esto hace dos años.
Recordarás que en aquellos dias me; desconociste: había abandonado yo mi calma proverbial, para entregarme al placer ¡si aquello fué placer! Tú entonces eras un furioso: no había fiesta en donde no se te encontrase, y en donde no fueras el más loco de toda la reunión. Yo solía reconvenirte por ello; de modo que no sin placer me viste abandonar mis antiguas costumbres, para seguir tus huellas, y hasta para llegar á vencerte