fantástico; nuestra misma voz adquiere sonoridades no imajinadas, repercutiendo en el ambiente que parece más denso, más vibratorio; la calma en que yace la naturaleza, el silencio general que reina en estos dias, solo turbado por rítmicas frases sonoras, ejerce marcada presión en nuestro espíritu, y lo lleva á ese estado anómalo en que se asimila pensamientos y creencias de que carece en los dias normales. Por esa razon ha dicho Zorrilla en uno de sus poemas:
Pero la noche oscura, la de nublados llena.
me dice mas pujante: - Tu Dios se acerca á ti".
Y nadie dejará de comprender toda la verdad que encierran esos dos versos: -en lo sobrenatural pensamos, cuando la luz tamizada por las nubes, como por un vídrio ahumado, llega á nosotros con vaguedades encantadoras, con resplandores