esa explicación, y la esperaba tranquilo al provocarla.
- Escucha, dijo. -Quiero que no me taches de tirano. Cuando te traje á estos sitios estaba enamorado de tí, como lo estoy ahora. Yo pensaba en lo que piensas tú, en tus largos dias de soledad; no dejé de comprender que la distáncia que mediaba entre los dos era inmensa, y temblé... temblé porque te podia ver, joven é inesperta, á merced de los ataques de aquellos para quienes la honra de la familia es una palabra vana; temblé, porque temia el instante en que te apercibieras de que en tu corazón no existe el amor para mi... ¡temblé, porque estaba celoso!...
- ¡Celoso! exclamó Amélia. Solo se está celoso cuando no se tiene confianza en la mujer que lleva el nombre de uno; solo se está celoso cuando, como Vd lo temió, se teme que la esposa se olvide de todo ...