Página:Novelas y Cuentos de Edgar Allan Poe (1884).djvu/260

Esta página ha sido corregida
246
EDGAR POE. — NOVELAS Y CUENTOS

de un brazó no tuvo éxito. Debo mencionar, además, que este miembro no estaba ya sujeto á mi voluntad. Ensayé inútilmente hacerle seguir la dirección de mi mano. La única indicación real, á la verdad, de la influeneia magnética fué encontrada en el movimiento vibratorio de la lengua, cuando dirigia á Mr. Valdemar alguna pregunta. Parecia hacer un esfuerzo por responder, pero ya no tenía suficiente volición. Si le hablaba alguna otra personá que yo parecía absolutamente insensible — aunque traté de cołocar á todos los presentes en relación mesmérica con él. Creo que he relatado ya todo lo necesario para poder conocer el estado del sonámbulo en esa época. Otros enfermeos fueron procurados; y á las diez sali de la casa en compañia de los dos médicos y de Mr. L***.

A la tarde fuimos todos á ver al paciente de nuevo. Su estado era exactamente el mismo. Tuvimos alguna discusión respecto á la conveniencia y posibilidad de despertarle; pero encontramos poca dificultad en convenir que no podia servir á ningún buen propósito. Era evidente, que hasta entonces, la muerle (ó lo que comúnmente se llama muerte) había sido detenida por el proceso mesmérico. Nos parecía claro á todos nosotros, que despertar á Mr. Valdemar, seria simplemente apresurar su fin, ó al menos, su rápida disolución.

Desde este periodo hasta la semana que acaba de terminar — un intervalo de cerca de siete meses — continuamos yendo diariamente á la casa de Mr. Valdemar, acompañados unas veces por médicos y otras por amigos. En todo ese tiempo el sonámbulo permaneció exactamente como lo he descrito la última ocasión. Los cuidados de los enférmeros eran continuos.