Página:Novelas y Cuentos de Edgar Allan Poe (1884).djvu/151

Esta página ha sido corregida
137
EL MISTERIO DE MARÍA ROGÊT

única hija de la viuda Estela Rogêt. El padre había fallecido cuando esta niña tenía muy poca edad aún, y desde el período de su muerte hasta ocho meses antes del asesinato que motiva nuestra narración, madre é hija habían vivido juntas en la calle Pavée Saint-Andrée; la señora tenía allí una «casa de huéspedes», ayudada por María. Pasó así el tiempo, hasta que la última hubo cumplido 22 años de edad; su notable belleza llamó la atención de un perſumista que ocupaba uno de los almacenes del entresuelo del Palais Royal, y cuya clientela era formada principalmente por los terribles aventureros que infestaban la vecindad. El señor Le Blanc no ignoraba las ventajas que reportaría á su establecimiento la asistencia de la hermosa María; y sus liberales proposiciones fueron aceptadas ardientemente por la joven, aunque con gran disgusto de su señora madre.

Las esperanzas del negociante se vieron realizadas, y sus salones llegaron bien pronto á hacerse célebres, gracias á los encantos de la espiritual grisette. Llevaba ella un año en su empleo, cuando sus admiradores fueron confundidos por su repentina desaparición de la tienda. El señor Le Blanc no pudo dar explicaciones acerca de su ausencia, y la señora Rogêt se vió presa de ansiedad y terror. Los diarios recogieron inmediatamente el tema y la policía estaba a punto de hacer serias investigaciones, cuando, una bella mañana, después de una semana, María, en buena salud, aunque con aire algo triste, hizo su reaparición en su habitual mostrador de la perfumería. Toda averiguación, excepto las de carácter privado, fue abandonada inmediatamente, como se comprende. El señor Le Blanc profe-