Página:Novelas ejemplares - Tomo I (1919).pdf/82

Esta página no ha sido corregida
82
 

taba; que en verdad que no sé donde cae la Peña de Francia, puesto que sé que está más arriba de Salamanca.

—Así es verdad—respondió Andrés, y ya la dejáis a mano derecha, casi veinte leguas de aquí; porque veáis cuán derecho camino llevábades si allá fuérades.

El que yo pensaba llevar—replicó el mozono es sino a Sevilla; que allí tengo un caballero ginovés, grande amigo del conde mi pariente, que suele enviar a Génova gran cantidad de plata, y llevo designio que me acomode con los que la suelen llevar, como uno dellos, y con esta estratagema seguramente podré pasar hasta Cartagena, y de allí a Italia, porque han de venir dos galeras muy presto a embarcar esta plata. Esta es, buen amigo, mi historia; mirad si puedo decir que nace más de desgracia pura que de amores aguados.

Pero si estos señores gitanos quisiesen llevarme en su compañía hasta Sevilla, si as que van allá, yo se lo pagaría muy bien; que me doy a entender que en su compañía iría más seguro, y no con el temor que llevo.

—Si llevarán—respondió Andrés—; y si no fuéredes en nuestro aduar, porque hasta ahora no sé si va al Andalucfa, iréis en otro que creo que habemos de topar dentro de dos días, y con darles algo de lo que lleváis, facilitaréis con ellos otros imposibles mayores.

Dejóle Andrés, y vino a dar cuenta a los demás gitanos de lo que el mozo le había contado y de lo