A MI PATRIA
Regístrase en la historia de los padecimientos humamos un cáncer de un carácter tan maligno, que el menor contacto le irrita y despierta en él agudisimos dolores. Pues bien; cuantas veces en medio de las civilizaciones modernas he querido evocarte, ya para acompañarme de tus recuerdos, ya para compararte con otros paises, tantas se me presentó tu querida imagen con un cáncer social parecido.
Deseando tu salud, que es la nuestra, y buscando el mejor tratamiento, haré contigo lo que con sus enfermos los antiguos: exponíanlos en las gradas del templo, para que cada persona que fuese à invocar á la Divinidad les propusiese un remedio.
Y á este fin, trataré de producir fielmente tu estado sin contemplaciones; levantaré parte del velo que oculta el mal, sacrificándolo todo á la verdad, hasta el mismo amor propio; pues como hijo tuyo, adolezco tambien de tus defectos y flaquezas.
Europa 1886.