Página:Noli me tángere (José Rizal).pdf/230

Esta página ha sido corregida
228
JOSÉ RIZAL

bierno y la prensa de entonces, con saber que el único fraile que iba en el vapor se ha salvado. Lo principal para todos es la vida de los virtuosos sacerdotes, cuyo reinado en Filipinas conserve Dios para bien de nuestras almas.

De María Clara no se ha vuelto á saber. ¡Las paredes de los conventos son tan espesas! Hemos preguntado á varias personas de mucha influencia en el convento de Santa Clara, pero nadie nos ha querido decir una sola palabra, ni aun las charlatanas devotas, que reciben la famosa fritada de hígados de gallina y la salsa más famosa aún llamada de las monjas, preparadas por la inteligente cocinera de las vírgenes del Señor.

Hemos oído referir, sin embargo, vagamente un suceso extraño, en el cual la protagonista quizás fuese María Clara.

Una noche se oyeron gritos y lamentos en la santa morada y hubo quien aseguró haber visto un fantasma.

A la mañana siguiente se detenía un coche á la puerta del convento de Santa Clara y descendía de él un hombre, que se dió á conocer como representante de la autoridad y pidió hablar inmediatamente con la abadesa y ver á todas las monjas.

Cuéntase que apareció una con el hábito todo mojado y hecho jirones y pidió llorando el amparo de la justicia. La monja que, según parece, era muy hermosa delató horrores, y pronunció diferentes veces el nombre del padre Salví.

El representante de la autoridad parlamentó con la abadesa, y ambos convinieron en que aquella infeliz ¡estaba loca!...


FIN