del liam pó se para poco á poco, se inclina casi hasta tocarle, como si quisiese observarlo bien.
Estoy escamado, porque sé otras historias parecidas.
»Adiós, Choy; mis gallos van bien y mi mujer está alegre y se divierte.
>Tu amigo, MARTÍN ARISTORENAS, > Ibarra había recibido también un billetito perfumado, que Andeng, la hermana de leche de María Clara, le había entregado.
<Crisóstomo: Hace dos días que no te dejas ver; he oído que estás algo enfermo; he rezado por ti y encendido dos cirios, por más que papá dice que no estás enfermo de gravedad. Anoche y hoy me han aburrido mandándome tocar el piano é in vitándome á bailar. ¡No sabía que hubiese tantos fastidiosos! Si no fuera por el padre Dámaso, que procura distraerme, me hubiera encerrado en mi cuarto. Escríbeme. Te en vío á Andeng para que te euide. Si no vienes mañana tampoco iré yo á la ceremonia.
MARÍA CLARA.