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NOLI ME TÁNGERE

con un magnffico manto azul bordado de plata, regalo del virtuoso exgobernadorcillo don Santiago de los Santos. Todas estas imágenes iban en carros de plata. Tras estas imágenes ibamos los españoles y los otros religiosos: el oficiante caminaba protegido por un palio que llevaban los cabezas de barangay, y cerraba la procesión el benemérito cuerpo de la Guardia civil. Creo inútil decir que una multitud de indios formaban las dos filas de la procesión, llevando con gran piedad cirios encendidos. La música tocaba religiosas marchas, y al mismo tiempo se oía el estrépito de las bombas y de las ruedas de fuego.

>Terminada la procesión, se dió principio á la misa, ejecutada por la orquesta y los artistas del teatro.

Concluída la ceremonia religiosa, subimos al convento juntamente con los principales del pueblo y otras personas de importancia, donde fuimos obsequiados con la finura, atención y prodigalidad que caracterizan al padre Salví.

»Durante el día no faltó nada para hacer alegre la fiesta y para conser var la animación característica de los españoles, que en ocasiones tales no les es posible contenerse, demostrando ya con canciones ó bailes que las penas no les abaten y que basta se reunan en un sitio dado tres de ellos para que la tristeza y malestar de allí se ausenten. Rindióse, pues, culto á Terpsícore en muchas casas, pero principalmente en la del ilustrado millonario filipino, adonde fuimos todos in vitados á comer.

Excuso decirle á usted que el banquete, brillantemente servido, fué la segunda edición corregida y aumentada de las famosas bodas de Camacho. Mientras gozábamos de los placeres de la mesa, tocaba la orquesta armoniosas melodías. La hermosa seño-