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Basilio anudó las cuerdas, ató un cabo á un balaustre de la barandilla, y sin acordarse de apagar la luz se dejó deslizar en medio de la obscuridad.

Algunos minutos después, en una de las calles del pueblo se oyeron voces y resonaron dos tiros; pero nadie se alarmó y todo quedó otra vez en silencio.


XVI

SISA [1]


La noche os obscura: duermen en silencio los vecinos; las familias que han recordado a los que dejaron de existir, se entregan al sueño tranquilas y satisfechas: han rezado tres partes de rosario con requiems , la novena de las almas, y quemado muchas velas da cera delante de las sagradas imágenes. Los ricos y pudientes han cumplido con los deudos que les legaron su fortuna; al día siguiente oirían las tres misas que dice cada sacerdote, darían dos pesos para otra en su intención, y luego comprarían la bula de los difuntos, llena de indulgencias. A fe que la Justicia divina no parece tan exigente como la humana.

Pero el pobre, el indigente que apenas gana para mantenerse y tiene que sobornar á los directorcillos, escribientes y soldados para que le dejen vivir en paz, ese no duerme con la tranquilidad que creen los poetas cortesanos, los cuales tal vez no hayan sufrido las caricias de la miseria. El pobre está triste y pensativo. Aquella noche, si ha rezado poco, ha orado mucho, con dolor en los ojos y lágrimas en el corazón. No tiene las novenas, ni sabe las jaculatorias, ni los versos, ni los oremus, que han compuesto los frailes para los que no tienen ideas propias, ni propios sentimientos; no los entiende tampoco. Reza en el idioma de su miseria ; su alma llora por él y por los seres muertos cuyo amor era su bien . Sus labios pueden proferir salutaciones, pero su mente grita quejas y acusa lamentos. ¿Estaréis satisfechos, tú que bendijiste la pobreza, y vosotras sombras atormentadas, con la sencilla oracion del pobre, proferida delante de una mal grabada estampa, a la luz de un timsim [2], ó deseáis por ventura


  1. Palabra cariñosa y diminutivo de Narcisa
  2. Palabra china que sirve para designar la mecha de una lamparilla.