dios para librarse de él. Los vivos pueden redimir las almas de los muertos en pecado, recitando pasajes del Avesta, haciendo buenas obras, pero con la condición de que el que hade orar sea un pariente hasta la cuarta generación. El tiempo para esto tenía lugar cada año y duraba cinco días. Más tarde, cuando esta creencia se hubo afirmado en el pueblo, los sacerdotes de aquella religión vieron en ella un gran negocio y explotaron aquellas «cárceles profundamente obscuras en donde reinan los remordimientos,» como dice Zarathustra . Establecieron, pues, que por el precio de un derem, una moneda de poco valor según dicen, se le puede ahorrar al alma un año de torturas ; pero como para aquella religión había pecados que costaban de 300 à 1000 años de sufrimiento , como la mentira, la mala fe , el no cumplir una palabra dada , etc., resultaba que los pícaros se embolsaban millones de derems. Aquí verán ustedes algo que se parece ya á nuestro purgatorio, si bien con la diferencia sobrentendida de la diferencia de religiones.
Un relámpago, seguido de un retumbante trueno, hizo levantarse á Doray , quien dijo santiguándose:
—¡Jesús, María y José! Les dejo a ustedes; voy á que mar palma bendita y encender candelas de perdón.
La lluvia empezó a caer à torrentes. El filósofo Tasio prosiguió, mientras miraba alejarse á la joven :
—Ahora que no está, podemos hablar de la materia más razonadamente. Doray, aunque un poco supersticiosa, es una buena católica, y no me gusta arrancar la fe del corazón: una fe pura y sencilla se distingue del fanatismo como la llama del humo, como una música de una algarabía: los imbéciles como los sordos las confunden. Entre nosotros podemos decir que la idea del Purgatorio es buena, santa y razonable; continúa la unión entre los que fueron y los que son, y obliga a una mayor pureza de vida. El mal está en el abuso que de él se hace.
Pero veamos ahora cómo pudo pasar al catolicismo esta idea que no existía ni en la Biblia ni en los Santos Evangelios. Ni Moisés ni Jesucristo bacen la más pequeña mención de él , y el único pasaje que citan de los Macabeos es insuficiente, además de que este libro fué declarado por el concilio de Laodicea apócrifo, y la Santa Iglesia Católica sólo lo ha admitido con posterioridad. La religión pagana