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bar, porque de este trabajo ordinariamente se encarga allí Dios o la Naturaleza, que también tiene de nuestro Gobierno muchas obras contratadas.- Es ello un edificio bastante grande, á estilo de los muchos del país , situado hacia la parte que da a un brazo del Pa ig, llamado por algunos ría de Binondo, y que desempeña, como todos los ríos de Manila, el múltiple papel de baño , alcantarilla, lavadero, pesquería, medio de transporte y comunicación y hasta agua potable, si lo tiene por conveniente el chino aguador. Es de notar que esta poderosa arteria del arrabal, en donde más el tráfico bulle y aturde el vaivén , en una distancia de casi un kilómetro , apenas cuenta con un puente de madera, descompuesto por un lado durante seis meses é intransitable por el otro el resto del año, de tal suerte, que los caballos en la temporada del calor aprovechan este permanente statu quo para desde allí saltar al agua, con gran sorpresa del distraído mortal, que en el interior del coche dormita ó filosofa sobre los progresos del siglo.

La casa á que aludimos es algo baja y de lineas no muy correctas: que el arquitecto que la haya construído no viera bien , o que esto , fuera efecto de los terremotos y hura . canes , nadie puede decirlo con seguridad. Una ancha es calera de verdes balaustres y alfombrada á trechos conduce desde el zaguán ó portal, enlosado de azulejos, al piso principal, entre macetas y tiestos de flores sobre pedestales de losa china de abigarrados colores y fantásticos dibujos.

Pues que no hay porteros ni criados que pidan ó pregunten por el billete de invitación, subiremos, ¡oh tú que me lees, amigo o enemigo! si es que te atraen los acordes de la orquesta, la luz ó el significativo clin clan de la vajilla y de los cubiertos, y quieres ver cómo son las reuniones allá en la Perla del Oriente. Con gusto y por comodidad mía te ahorraría á ti de la descripción de la casa , pero esto es muy importante, pues nosotros los mortales en general somos como las tortugas: valemos y nos clasifican por nuestras conchas; por esto y otras cualidades más, como tortugas son también los mortales de Filipinas.-- Si subimos, nos encontraremos de golpe en una espaciosa estancia, llamada allí caída, no sé por qué, que esta noche sirve de comedor al mismo tiempo que de salón de la orquesta. En medio, una larga mesa, adornada profusa y lujosa mente, parece guiñar al colado con dulces promesas, y