AL MARQUÉS DE SÉVIGNE 253
pequeña amante. Olvidad sus infidelidades. ¿Queréis reprocharos la desgracia de un hombre tan amable? Sería una conducta que clamaría venganza. »
La condesa permanece aun en la irresolución; más no dudo de que llegaréis á vencer esa resistencia que se debilita por momentos.
Si la agitación que os causa todo esto, os permite examinar lo que os digo en mis cartas, ¿seréis capaz de creerme en contradicción conmigo misma? Pri- mero os aconsejé que tomaseis el amor con despre- ocupación,como objeto de pasatiempo. Entonces os aconsejaba que fueseis galante y que vuestros lazos con las bellas se rompiesen fácilmente. Os hablaba en tesis general. ¿Podía yo suponer que tendriais la feli- cidad de encontrar una mujer que como la condesa reune á los encantos de su sexo las cualidades de un nombre distinguido. ¡Cuán grande es vuestra feli- cidad! Vais á poseer en la misma persona al amigo más estimable y á la amante más encantadora. Admi- tidme en vuestra amistad y mi felicidad igualará á la vuestra. ¿Puede gozarse mayor felicidad que la que se comparte con los amigos?
FIN
