Página:Ninon Lenclos Cartas.djvu/248

Esta página no ha sido corregida

236 CARTAS DE NINÓN DE LENCLÓS

es una mujer vana, desesperada de ser abandonada, ofendida del poco poder de sus encantos, inquieta por el modo de reemplazaros prontamente y que quiere adoptar un aire de sensibilidad que la haga parecer digna de mejor suerte. Justifica este pensa- miento de M. de La Rochefoucauld : « Las mujeres lloran á sus amantes, más que por haberlos amado, por parecer más dignas de ser amadas. » Realmente debe tener de vos una idea muy rara para esperar que Os prestéis 4 su comedia. ¿Queréis conocerla? El caba- llero no tiene amante en la actualidad; excitarle á que os sustituya. No recibiré dos cartas de vos sin que me '.abléis de la facilidad con que se ha consolado de haberos perdido.

Una mujer de su edad teme que no volverá á encon- trar lo que ha perdido y que ha de verse obligada á envilecer sus encantos, aceptando al primero que se presente. Su dolor tal vez sea verdadero, pero os engaña acerca de los motivos. Desembarazaos sin escrúpulo de esas cadenas. Siendo constante y deli- cado con una mujer como esa, me pareceréis tan ri- dículo como me parecísteis culpable en cierta oca- sión. Acordaos de lo que nos decía un día M. de Cou- langes : La constancia es la virtud de las gentes de mérito limitado. Se aprovechan del capricho de una mujer amable y no se separan de ella, porque el sen- timiento de su mediocridad les intimida y no se atre- ven á tratar de agradar á otras. Demasiado felices de . haber sorprendido un corazón, temen abandonar un bien que saben no han de hallar en otra parte; y como un instante de atención á lo poco que valen, podría desengañar á esa mujer, erigen la constancia en vir- tud, hacen del amor una superstición, se interesan por conservar un corazón que no deben más que al