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222 CARTAS DIE NINÓN DE LENCLÓS

pasión y tracrán la languidez y el hastío; venenos mortales para los corazones mejor constituidos.

» ¿Sabéis por qué los amantes se cansan fácilmente? ¿Por qué se agradan tan poco después de haberse complacido tanto? Porque las dos partes intercsadas tienen una idea igualmente falsa. La una cree que nada más puede obtener ya, y la otra imagina que no pucde dar más. De aquí se sigue necesariamente que el uno detiene su amorosa persecución y la otra descuida el hacerse valer ó creer que no puede ha- cerse valer más que por las verdaderas cualidades de su carácter. La razón y la estimación sustituyen al amor;s. pierden los atractivos y no se promueven esas para conseguir su constancia, es preciso algo más : habilidad, mucho ingenio y hasta un poco de desigualdad en el carácter; pero, por desgracia, desde que ceden, son las mujeres demasiado tiernas, excesivamente obsequiosas. Sería conveniente para los dos que ellas resisliesen al principio un poco menos y luego un poco más. Vuelvo á repetirlo : no preven- drán el hastío, sino haciendo que el corazón desce nuevas felicidades. Las oigo quejarse continua- mente de que nuestra indiferencia es siempre el fruto de sus complacencias con nosotros. Sin cesar nos recuerdan el tiempo en que llenos de amor pasá- bamos al lado de ellas días enteros. Están ciegas, no ven que aun pueden hacernos volver á esos momentos cuyo recuerdo las es tan querido. Que olviden lo que han hecho por nosotros y no aspirarán á hacer todavía más; que nos lo hagan olvidar y exigiremos menos; que despierten nuestro corazón con nuevas dificultades; que renazcan nuestras inquietudes; que nos obliguen á desear nuevas pruebas de un amor cuya certidumbre disminuye su valor, Entonces