178 CARTAS DE NINÓN DE LENCLÓS
» Había m,_mento en que tomaba las cosas por lo trágico y me decia : — Si el amor lleva consigo tantas desgracias, una mujer que estime su tranqui- lidad y su reputación, no puede amar. Sin embargo, todo me dice que tenemos un corazón, que este cora- zón está hecho para el amor y que el amor es involun- tario. ¿Por qué destruir una inclinación que forma parte de nosotras mismas? ¿No sería rectificarla la determinación más prudente? Veamos cómo de ese modo es posible el éxito.
» ¿Qué amor es el peligroso? Lo he notado: el que ocupa entera el alma, el que nos hace incapaces de otra preccupación que no sea nuestro amor, el que hace que todo lo sacrifiquemos al objeto amado.
» ¿Cuáles son los caracteres susceptibles. de seme- jantes sentimientos? Precisamente, los más sólidos, los que menos se manifiestan al exterior, los que unen á una razón equilibrada mucha nobleza y elevación en la manera de pensar.
» ¿ Cuáles son los hombres más razonables para mu- jeres de este temple? Los que no poseen más cuali- dades brillantes que lo que es necesario para dar valor á un mérito esencial. Hay que convenir en que estos hombres son una compañía muy mala para una mujer que piensa. Verdad que son raros en la actualidad y que ningún siglo más á propósito que el nuestro para ponernos á cubierto de las grandes pasiones, pero la desgracia puede hacer que encontremos un hombre asi.
» Dicen los moralistas que cada una de nosotras posee un fondo de moralidad destinado á ejercerse sobre algún objeto, sea el que quiera. Una mujer razonable no se afecta por mil pequeñas cualidades que agradan en los hombres á las mujeres vulgares.
