Página:Ninon Lenclos Cartas.djvu/110

Esta página no ha sido corregida

98 CARTAS DE NINÓN DE LENCLÓS

habéroslo ya dicho, nuestro corazón está hecho para la agitación; removerlo, es cumplir el voto de la natu- raleza : ¿Qué sería la juventud sin amor? Una larga enfermedad; no exisliriamos, vegelariamos. El amor es á nuestros corazones lo que los vientos á la mar. Exci- tan á menudo tempestades, causan á veces naufragios. Pero también son los vientos los que la hacen nave- gable; agitándola, la conservan, y, si la hacen peli- grosa, al piloto toca saber maniobrar.

Vuelvo á mi texto; y aun cuando vuestra delica- deza se sienta herida, por mi franqueza, añadiré, que á más de la necesidad de ser agitados, sentimos otra física y maquina! que es la causa primera y necesaria del amor. Quizá no está demasiado bien 4 una mujer gastar este lenguaje. Comprenderéis que no hablaría á todo el mundo tan claramente; pero aquí no hace- mos lo que se llama bella conversación, filosofamos. Si mis propósitos os parecen demasiado razonados para una mujer, recordad lo que os decía últimamente. Desde que tuve uso de razón me puse á examinar cuál de los dos sexos salía mejor librado en el reparto. Vi que los hombres no se habían tratado mal en la distribución de los papeles, y me hice hombre.

Si yo estuviera en vuestro lugar, no me preguntarla si el enamorarse es bueno ó malo, porque es lo mismo que preguntarse, si es bueno ó malo el tener sed; además, ¿se va á prohibir á todo el mundo que beba, porque hay algunos que se emborrachan? Puesto que no sois dueño de no tener deseos inhe- rentes á la construcción mecánica de vuestro ser,

  • muy diferente de nuestros antiguos novelistas, no os

aburráis con meditaciones y paralelos sobre las ven- tajas del amor. Haced el amor como os he aconsejado. No tomadlo como pasión y sí como entretenimiento.