206 CARTAS DE NINÓN DE LENCLÓS
En fin, he aquí mi conclusión. Si es cierto, como no podéis dudarlo, que sólo debéis esperar vuestra dicha de las condiciones agradables en las mujeres, tened por seguro que no las agradaréis si no por ventajas análogas á las suyas. Lo repito; los hombres nos cacareáis vuestras ciencias, vuestra solidez, etc. Pero decidme, ¿cuál sería vuestro tedio, vuestro disgusto de la vida si os vierais obligado á no ser más que sabios y sórdidos, á no vivir sino con filósofos? Os conozco; pronto os cansaríais de ser admirados; y tales como sois, Os pasaríais antes sin virtudes que sin placeres. No os entretengáis pues en daros por hombre esencial en el sentido en que lo entendéis. El verdadero mérito es el que estiman las gentes á quienes queremos agra dar. La ga:antería tiene sus leyes aparte : marqués, los hombres amables son los sabios en ese país.
