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Ene. 1827
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INDIOS PATAGONES.

buenos caballos. La mujer, que parecía tener unos cincuenta años, estaba sentada a horcajadas sobre un montón de pieles de la que colgaban rodeándola pedazos de carne fresca de guanaco y carne de caballo seca. Todos estaban envueltos en mantas, hechas principalmente de pieles de guanacos, cosidas entre sí con los tendones del mismo animal. Estas mantas eran lo suficientemente grandes como para cubrirles todo el cuerpo. Algunas estaban hechas de pieles de “zorrillo” o mofeta, un animal parecido al turón, pero diez veces más ofensivo; y otras, de pieles de puma.

El más alto de los indios, a excepción del anciano, que no desmontó, tenía algo menos de seis pies de alto. Todos eran de apariencia robusta, y con respecto a la cabeza, longitud del cuerpo, y ancho de los hombros, de tamaño gigantesco, por lo tanto, cuando estaban montados a caballo, o sentados en un bote, parecían ser altos, como un hombre grande. En proporción a las partes antes mencionadas, sus extremidades eran muy pequeñas y cortas, de modo que cuando estaban de pie parecían de un porte moderado, y su desproporción era ocultada por el manto, que envolvía su cuerpo por completo, la cabeza y los pies eran las únicas partes expuestas.

Cuando el señor Cooke desembarcó, les presentó algunas medallas*[1] al anciano, y a la mujer; suspendiéndolas alrededor de sus cuellos . Se estableció un sentimiento de amistad, los nativos desmontaron, e incluso permitieron que nuestros hombres montaran sus caballos, sin mostrar el menor disgusto, por la libre ventaja tomada de su buena naturaleza. El señor Cooke cabalgó hasta las alturas, desde donde tuvo una visión distinta de la Segunda Angostura, y de la isla Isabel, a donde, él explicó a los indios que lo acompañaban, nosotros estábamos yendo.

El señor Cooke regresó al buque con tres nativos, a quienes había inducido ir con nosotros hasta la isla Isabel, los otros irían a encontrarlos, y proveernos de carne de guanaco, lo cual había acordado con los mayores de la familia, los que después

  1. * Antes que la expedición zarpara de Inglaterra, me había provisto de medallas, para regalar a los indios con quienes podríamos comunicarnos, tienen por un lado la figura de Britannia, y en el reverso “Jorge IV”, “Adventure y Beagle” y “1826”
vol. i.
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