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Jun.
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RÍO LA PLATA - MONTEVIDEO.

sobre la cubierta, rompiendo ambos pescantes de hierro. Uno de los pescantes del bote de sotavento también fue dañado por el tirón, y la parte de popa del buque fue bien bañada por el agua. Trincamos los dos botes nuevamente, pero el de barlovento quedó mal trincado. Por un momento, pensé que de verdad habíamos encontrado las rocas, pues el fondo negro de una inmensa ballena muerta justo en ese momento apareció muy cerca del buque, lo que aumentó mucho la sensación. Creo que estábamos donde se encuentran dos mareas o corrientes, donde árboles viejos, ballenas muertas, etc. se encuentran a menudo, y que han causado con frecuencia los informes de rocas, porque el agua no era más baja que la que habíamos encontrado durante el día, la profundidad había variado entre cuarenta y cincuenta brazas; por lo que una vez obtenida la altura meridiana, viramos y gobernamos a nuestro rumbo de nuevo.

"El día 26.- entramos en la Plata, y a la una A.M. del 27.- vimos la isla de Lobos, y poco después la tierra alta cercana al Pan de Azúcar. Continuamos navegando hacia el oeste y al amanecer estábamos a la altura de punta Ballena, pero el viento era débil y la corriente contra nosotros, por lo que perdimos durante el día lo que habíamos ganado durante la noche. A las siete P.M. la corriente corría tan fuerte hacia fuera del río que nos vimos obligados a fondear un anclote con un calabrote resistente para mantenernos, si bien teníamos todas nuestras velas desplegadas yendo entre cuatro y cinco nudos a través del agua. Cuando el calabrote trabajó, tiramos la corredera, la que marcó que la corriente era de más de cinco nudos. Esto era a la altura de Maldonado, Lobos estaba en la demarción NNE, a cuatro millas de distancia. Poco después de las nueve la corriente disminuyó, viramos el anclote y navegamos río arriba, el viento era aún del oeste, pero la corriente ahora se había vuelto en nuestro favor. La fragata US Hudson pasó, gobernando hacia el este, ellos fueron las primera velas que habíamos visto desde que zarpáramos de San Carlos de Chiloé. Al amanecer de la mañana del (28.-) avistamos el faro Flores, el que fue informado como que era un buque navegando. Poco después otra nave fue informada como que navegaba con todo sus velas; este era el Monte mismo, tan curiosamente eran distorsionados los objetos por la neblina. Poco después del mediodía fondeamos en Montevideo, y por el comandante Talbot, del HMS Algerine, supe del arribo y posterior zarpe del Adventure y del Adelaide.