Página:Narrative of the surveying voyages of His Majesty's Ships Adventure and Beagle between the years 1826 and 1836.djvu/518

Esta página no ha sido corregida
448
May. 1830.
VALENTÍN - BUEN SUCESO - NATIVOS.

subiendo y bajando y rompiendo en todas direcciones, como agua hirviendo en una inmensa caldera. Cuando pasamos, y estuvimos a salvo nuevamente, estaba asombrado de nuestro afortunado escape. Mirando hacia atrás, sólo se podía ver una masa de rompientes, que pasaban rápidamente hacia el oeste, por lo tanto me hizo suponer que la "corriente" era causada por el encuentro de las mareas, no por una fuerte corriente de marea pasando por sobre una saliente rocosa.

"La tierra cercana al cabo Bell es escarpada, alta y tan rocosa, que no pudimos encontrar ningún lugar donde fondear. Fuimos a todas las pequeñas ensenadas, pero estaban tan protegidas por rocas que fue imposible entrar en ellas. Navegando hacia el este, por fin encontré una pequeña ensenada, cerca de bahía Valentín, en la que pudimos varar nuestro bote. Un pequeño arroyo llegaba a ella, cerca del cual había muchas chozas, pero no pudimos ver ningún nativo.

"12.- Cruzamos bahía Valentín y llegamos cerca del cabo Buen Suceso. Caminé hasta la cumbre, y desde allí obtuve una buena vista de la isla De Los Estados, hacia el este; y de toda la costa hacia el oeste, tan lejos como hasta isla Nueva. En la esquina noreste de bahía Valentín, encontramos algunos indios, que vivían en una gran choza, sin ningún tipo de canoas. Eran ocho hombres, cada uno tenía un arco y unas cuantas flechas en la mano, y todos, excepto uno, estaban vestidos con pieles de guanaco que les colgaban hasta sus talones, el lado lanudo hacia el exterior. Obtuvimos varios arcos de ellos, por trueque, pero fueron reacios en entregar muchas flechas. A uno que vestía una piel grande de foca, se la compré por un cuchillo, que, para mi sorpresa, él llamó claramente "cuchillo". Tenían algunos perros excelentes, uno era muy parecido a un cachorro de león, pero nada que le pudimos ofrecer, a sus ojos, fue considerado equivalente a su valor. Luego examinamos bahía Valentín encontrándola que no es apta para buques, pues es abierta al fuerte oleaje, lo que ofrece un mal fondeadero.

"El 13 y 14.-, un fuerte temporal nos limitó a permanecer en nuestra ensenada, a la que llegó un gran número de aves silvestres, supuse que para refugiarse, de las que cazamos cuantas quisimos.

"El 15, 16 y 17.- regresamos al Beagle no sin encontrar dificultades y riesgos similares a los