Página:Narrative of the surveying voyages of His Majesty's Ships Adventure and Beagle between the years 1826 and 1836.djvu/496

Esta página no ha sido corregida
428
Abr. 1830.
YAPOOS - PESCA - FRAGUA.

y llamándolos 'yapoo, yapoo.' Fuegia subió a cubierta, pero en cuanto los vio, gritó y salió corriendo. Alguien le dijo, en broma, que fuera a sus canoas a vivir con ellos, lo que la asustó mucho, se deshizo en lágrimas y corrió a esconderse abajo. Después que se fueron, 'Boat' y 'York' nos dieron a entender que habían tenido peleas con esa tribu, y nos mostraron las cicatrices de las heridas recibidas de ellos. Con la ayuda de signos pudimos entender gran parte de su significado, porque muy pocas palabras se habían aprendido por cada lado. Después supimos que estos yapoos construían sus chozas de una manera diferente a las de las tribus del oeste, las hacen con varios palos, o pedazos de madera, colocados alrededor de un espacio pequeño, y unidos en su tope.

"Nuestros conocidos yapoos se instalaron en la bahía cerca de nuestra fragua, pero sin tratar de robar ninguna cosa. Frecuentemente venían hasta el costado del buque con pescado, que ellos atrapaban en las algas. Cogen estos peces mediante una cuerda sin anzuelo, que tiene sólo un pequeño cebo en su extremo, con el cual los tientan a que suban a la superficie del agua, cerca del costado de la canoa. El pez muerde y antes que pueda desprender de sus pequeños dientes la suave, dura carnada. La mano que sostiene la cuerda con tirones mantiene la carnada sobre el agua y con la otra lo atrapa. El pescador muerde un pedazo grande del vientre, le saca los interiores, y cuelga el pescado en un palo que está cerca del fuego en la canoa.

"10.- Todavía tiempo bueno y estable, a pesar de la caída inusualmente baja del barómetro ya mencionada.

"12.- Con la ayuda del Sr. May, en la forja, hicimos una buena ancla con las dos rotas, y colocamos nuevas planchas en los escobenes donde se habían gastado, por el constante trabajo de las cadenas. Afortunadamente, habíamos traído de San Carlos una buena cantidad de hierro y carbón y dejado este último sólo para el uso del armero y las cocinas pequeñas, lo que nos permitió usar la fragua muy a menudo, porque entre las necesidades del buque y de los botes, siempre había mucho trabajo para el más útil de los accesorios.