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ESCAPE - BÚSQUEDA INÚTIL.

en nuestro buque eran una garantía para las madres mucho más fuerte que una cuerda o cadena de hierro. Yo mismo tomé la guardia de vigilancia durante la primera parte de la noche, ya que los hombres estaban cansados por bogar todo el día, e incautamente permití que los fueguinos se tendieran entre la fogata y los arbustos, habiéndolos tapado confortablemente con mantas viejas y mi propio poncho, de manera que sus cuerpos estaban completamente ocultos. Cerca de la medianoche, mientras estaba en el lado opuesto del fuego, mirando los botes, de espaldas a los fueguinos, oí un murmullo, me volví, pero al ver el montón de mantas inmóviles, quedé tranquilo, y me incliné hacia el fuego para mirar el reloj. En ese momento, otro rumor, y los saltos y ladridos de mi perro, me dijeron que los nativos habían escapado. Sin embargo las mantas tenían el mismo aspecto, pues habían sido hábilmente apuntaladas con arbustos. Todo nuestro grupo comenzó inmediatamente su búsqueda, pero como la noche estaba muy obscura, y el bosque cercano a nosotros era muy tupido, nuestros esfuerzos fueron en vano.

"Convencidos de que no podíamos estar lejos del lugar donde los nativos suponían que estaba nuestro bote, pensé que ellos irían directamente a avisar a su gente de nuestra presencia, y como la isla era angosta, pero larga, una corta caminata los llevaría hacia la parte que nos habían señalado, mientras que a una embarcación le tomaría un tiempo considerable ir hasta allí; por lo tanto decidí inmediatamente continuar la búsqueda en esa dirección, dejando al oficial de navegación para que examinara cada lugar cercano a nuestras carpas.

"En la tarde del mismo día regresé, habiendo recorrido una larga extensión de la costa sin encontrar una salida hacia el mar, o cualquier rastro del bote perdido. Mientras tanto el Sr. Murray había buscado en cada lugar cercano a nuestro campamento sin éxito, pero encontró el lugar en que los fueguinos se habían escondido durante la noche, en la base de un árbol grande, a sólo una docena de yardas de nuestra fogata.

"Como era posible que los ladrones hubiesen regresado al lugar de donde habíamos capturado a los nativos, decidí que el oficial de navegación cruzara el seno y fuera hasta allí y luego regresara a reunirse conmigo, mientras yo continuaría buscando hacia el este. Con un viento regular hice un buen avance esa noche, encontré un canalizo