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BÚSQUEDA DEL BOTE.

mientras que sus chozas estaban tan escondidas que no fueron vistas por la tripulación de la ballenera. A las dos de la mañana de la primera mañana, el Sr. Murray envió a uno de los hombres de la carpa a ver si las amarras del bote estaban bien en la ensenada, y este las encontró seguras. A las cuatro otro hombre fue a inspeccionarlo, pero ya había desaparecido. La tripulación, dudosa de cual había sido su destino, inmediatamente se desplegó por la costa de la isla en búsqueda de huellas de ella, y en el registro encontraron las chozas, obviamente recién abandonados: el fuego aún no se había apagado. Esto inmediatamente explicó el misterio, algunos continuaron por la orilla, otros subieron a las colinas para mirar las cercanías, pero todo fue en vano. A la mañana siguiente, el Sr. Murray comenzó la canasta, la que fue hecha principalmente por dos de sus hombres con ramas pequeñas, y algunas partes de la carpa, con un revestimiento de tierra arcillosa en el fondo. Estando en una isla, a unas quince millas del "Beagle", su plan fue tan necesario como ingenioso; aunque sin duda en algo más parecido a una canoa que a un barquilla podrían haber remado más rápido.

"Como el cronómetro, teodolito y otros instrumentos se habían salvado, el Sr. Murray había efectuado observaciones para establecer la posición del lugar, y había hecho todo lo que se requería antes de mi llegada, cuando ellos se embarcaron, con sus cosas, en mi embarcación, que ahora albergaba en total a once hombres, provisiones para una quincena, dos carpas,*[1] y ropa; sin embargo con esta carga ella navegó muchas largas millas, durante la siguiente semana, una prueba de la calidad de esta ballenera de cinco bogas, la cual también fue construida por el Sr. Jonathan May, nuestro carpintero, mientras estuvimos en San Carlos.

"Al primer lugar que fuimos, una pequeña isla distante unas dos millas, nos convenció aún más decididamente del destino de nuestra embarcación perdida, y nos dio esperanzas de recuperarla, porque cerca de un choza utilizada recientemente, encontramos su mástil, parte del cual había sido cortado con un hacha que estaba en el bote. Nuestro siguiente objetivo fue entonces considerado, para la persecución de los ladrones que había decidido. Al norte y al este de nosotros, tan lejos como alcanzaba nuestra vista, había una amplia

  1. * Llevé dos carpas del Beagle, la de ellos había sido cortada para el canasto.