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Ene. 1830.
CANOA NAVEGANDO A LA VELA - MONTE SKYRING.

estado lo suficientemente cerca de puerto Hope, para ver que estaba en las islas Grafton, y era una de las ensenadas examinadas por el Sr. Murray. Entonces él regresó como había sido convenido, pero hizo un muy buen uso de su tiempo durante sus desplazamientos, mediante la recopilación de datos para las cartas. Se encontró con una canoa navegando a vela (la vela era un cuero de foca); primera vez que tuve conocimiento de una canoa fueguina navegando a vela. Tan lejos como el Sr. Stokes pudo ver hacia el norte, la tierra era muy accidentada, o más bien era una masa de islas que llegaban hasta la base de una cadena de montañas cubiertas de nieve.

"Caleta Norte es lo suficientemente grande para albergar cualquier nave estando fondeada, pero el canalizo, de entrada y salida, es demasiado estrecho y dificultoso para un buque de más de trescientas a cuatrocientas toneladas, a menos que emplee espías para moverse. Estando en la parte abierta de una tierra alta, pero protegida por islas bajas, los williwaws no molestan durante los vientos del oeste, pero con los temporales del sur creo que deben sentirse con furia.

"Mi tarea siguiente fue subir al monte Skyring. Como había poca nieve y el terreno bastante despejado de árboles, el ascenso fue fácil, pero cuando estuve en la cumbre no pude ver muy lejos, por unas nubes bajas brumosas. Había llevado sólo un compás, con la intención de mirar alrededor, y ascender una segunda vez con mi compañero habitual, el teodolito. Después de tomar una cuentas demarcaciones, saqué el compás de su bitácora y lo coloqué en una roca, cuando, con sorpresa, me fijé que la demarcación a un punto, al cual acababa de mirar, había variado en veinte grados. Sospechando la causa, lo puse en otra piedra, distante unos cuantos pies, encontrando que la demarcación nuevamente había variado muchos grados. Entonces examiné las piedras encontrando que había mucha pirita en ellas *[1] y que cuando se rompían o chocan entre ellas, olían fuertemente a azufre. El compás fue colocado nuevamente en su base, y demarcaciones de los mismos puntos fueron tomadas desde varios lugares, separados sólo unos pocos pies, y el punto distante a muchas millas, y en cada observación el compás dio diferente demarcación y era lento y perezoso aunque era un buen compás Kater con una rosa liviana. Estando satisfecho de haber comprobado la fuerte atracción local existente, regresé a bordo, con la intención

  1. * Muestras de las rocas de la cumbre están en la colección de Sociedad Geológica, con los números 184 y 188.